¿Qué quieres que te diga? ¿Si duele? Claro que duele. Que no seas mio. Que los besos que me pertenecen se los des a otra. Que te muevas por lo celos, y tú hagas practicamente lo mismo. Pero, ¿sabes que te digo? me da igual. Disfruta. Con ella. Con todas. Haz lo que quieras, eres joven. Yo también. Vivamos el presente con un ojo puesto en el futuro. Aprende con otras, perfeccionate. Regálame un minuto en tu pensamiento cada día. Recuerdame. Me quieres. Sigo aquí. Recuerda que todo esto no es, pero será. Ponte celoso, me gusta porque soy tuya. Pero aún así déjame disfrutar. Como lo haces tú. Vivamos amores baratos, de un rato. Enfrentemos esta distancia disfrutando nuestra juventud. Pero no me olvides. Piensa en mi, en nosotros, en todo lo que nos prometimos. En lo que será. Pronto no habrá más, sólo tú y yo. Tarde o temprano, todo llega. Lo juro... creeme. A cambio te prometo una cosa que no haré. Olvidar. Enviemos ese verbo al contenedor más cercano y vivamos.