lunes, 28 de febrero de 2011


No soy alta, en realidad, ni siquiera llego al metro setenta, aunque con tacones altos lo sobrepaso. Soy incapaz de estarme quieta, hablo demasiado y me enfado muy deprisa, aunque a veces se me pasa muy rápido. Soy de las que suelen llorar, pero soy tan divertida en ocasiones que te dolerá cada centímetro del cuerpo de tanto reírte. Lo que puedo prometerte es que no te aburrirás conmigo, te volveré loco y querrás salir corriendo de lo pesada que me pongo a veces. Soy impredecible, vivirás sin saber lo que te espera conmigo. Soy vergonzosa. También te darás cuenta, con el tiempo, de que soy algo caprichosa.